Aceite para mojar pan

Lo hemos oído más de una vez, ¿verdad? Y eso es porque mojar pan es exactamente lo que hacemos con algo que nos gusta. El aceite no es como el vino, que se puede beber directamente. Es más bien un condimento, un componente esencial de multitud de platos. Y, entre otras cosas, lo que hacemos con él es eso: mojar pan.

Cuando oímos a los expertos catadores hablar sobre las excelencias del aceite, nos llaman la atención algunas de sus expresiones. Suelen decir, por ejemplo, que huele a hierba fresca recién cortada. O que huele a tomates verdes. Y multitud de otras comparaciones. Todas ellas son acertadas porque el aceite es el zumo de una fruta, la aceituna. Y esta fruta debe tener mucho en común, en cuanto a su aroma y su sabor, con otros muchos aromas y sabores del mundo vegetal.

Es indudable que el aceite provoca al probarlo una explosión de aromas y sabores que recuerdan a todo eso. Por eso es tan buen condimento: porque realza los sabores de otros alimentos que, por sí solos, no son capaces de llegar a nuestros sentidos con tanta contundencia.

Aceite para mojar pan en los restaurantes

Los restaurantes italianos fueron pioneros en adoptar ese pequeño gesto, mojar pan en el aceite, como algo característico. Lo hacían y lo siguen haciendo para acompañar la espera de los comensales mientras se les sirven los platos principales. En casi todos ellos, es muy normal que tengan en las mesas dispuestas las botellitas de aceite y una canastita con pan. Para que el cliente se sirva lo que guste mientras espera.

Ese gesto tan simple, forma parte del buen marketing que los italianos saben hacer de sus productos. Afortunadamente, ya son muchos los restaurantes españoles que han incorporado esa práctica, promocionando así el excelente aceite de oliva virgen extra español. Poco a poco, con este y otros muchos detalles y con el cuidado por asegurar la calidad, los aceites de España se van haciendo un nombre en el mundo. El Olivar del Lentisquillo pretende contribuir a esa promoción y así lo hacemos en el Restaurante Macarela de Madrid como ya comentábamos en una entrada anterior.

Un producto de calidad

Los Virgen Extra españoles son de los mejores del mundo gracias al buen hacer de los productores. Y al, cada vez mayor, conocimiento que los consumidores van teniendo sobre el producto. Sin ese conocimiento, no se pueden valorar los excelentes aceites que se producen en España. Es el consumidor el que da sentido a todos los esfuerzos de superación por parte de agricultores, almazaras, distribuidores, etc. Y año a año España va ocupando el puesto que merece. No sólo en cuanto a la producción y el consumo donde siempre hemos estado a la cabeza, sino también en cuanto a la calidad. Aspecto este que es cada día más fundamental.