Análisis foliar para un mejor diagnóstico

Al final del invierno, principios de primavera, es necesario hacer los tratamientos preventivos para enfermedades como el repilo, por ejemplo. Pero también es el momento de realizar el primer análisis foliar que nos permita conocer el estado de los árboles. Después de la última cosecha, los árboles han consumido una gran parte de los nutrientes que habían asimilado. Es, por lo tanto, necesario reponerlos en mayor o menor cantidad, según sea su situación en este momento.

Este análisis foliar lo deben realizar personas con el conocimiento suficiente para que los resultados sean fiables. Es importante, por ejemplo, recoger la muestra de hojas en una determinada forma. La muestra debe ser representativa del estado del olivar en el conjunto de la parcela que vamos a estudiar. Para ello, el técnico debe seguir una pauta que asegure que hay hojas de todas las zonas de la finca. Tanto de la parte del olivo más soleada como de la menos soleada. De las zonas donde se vean los árboles más vigorosos y de las zonas donde no lo estén tanto.

En caso de apreciarse una diferencia muy notable, a simple vista, en los olivos de un área determinada, habría que tomar muestras por separado de esa parte en concreto. Así podríamos diferenciar para aplicar el tratamiento necesario a una zona con una problemática específica.

El análisis foliar lo realiza un laboratorio homologado

Una vez recogida la muestra, el análisis foliar se debe realizar en un laboratorio homologado que nos ofrezca todas las garantías. Es necesario afinar bien a la hora de diagnosticar las necesidades del olivar en este momento. De eso va a depender que podamos aplicar el tratamiento correcto y poner los árboles en las mejores condiciones para encarar la nueva campaña. El mejor aceite de oliva virgen extra será el que obtengamos de las mejores aceitunas. Y éstas estarán en los mejores olivos, los mejor nutridos, los más equilibrados.

Los tratamientos que podemos hacer son aquellos que están homologados por el Comité de Agricultura Ecológica (CAAE). Sólo productos autorizados que respetan el medio ambiente y que no dejan residuos tóxicos en el medio natural. Después de años de cultivo ecológico, tanto la flora como la fauna de la finca del Olivar del Lentisquillo reflejan el equilibrio necesario. Es la forma natural de luchar también contra las plagas y enfermedades sin utilizar pesticidas artificiales. Todo ello lo agradece el producto que es, como decimos, natural, sin artificios innecesarios.