El Olivo y el Aceite. Simbología (I)
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El producto que obtenemos del olivo, el aceite, no es menos relevante en cuanto a su simbología. Se le menciona en las Escrituras como alimento, como medicina y como luz.
Como alimento aparece por ejemplo en el encuentro del profeta Elías con la viuda de Sarepta (1Reyes 17:12). Lo vemos como alimento básico de los más pobres junto con el pan. En la cultura mediterránea ha sido siempre utilizado para condimentar y su valor nutritivo siempre ha sido muy apreciado.
Es utilizado también como medicina y así lo recogen numerosos textos. En la tradición cristiana, por ejemplo, hay muchas referencias a su uso para curar. Jesús envía a sus apóstoles a predicar y a curar enfermos ungiéndolos con aceite (Marcos 6, 7 :12-13). Lo vemos también en la parábola del Buen Samaritano que cura las heridas del hombre al que apalearon aplicándoles vino y aceite (Lucas 10, 29:37). Y en el Sacramento de la Unción de Enfermos en el que la Iglesia utiliza el Santo Oleo que es aceite de oliva bendecido por el Obispo de la Diócesis.
Ungía Reyes y Sacerdotes
Se utilizaba también para ungir reyes y sacerdotes. Lo podemos ver en el libro de Samuel. El profeta fue enviado por Yahveh a la casa de Jesé donde encontraría al elegido como futuro Rey de Israel. Una vez allí, siguiendo el mandato divino, debía ungirlo con aceite (1 Samuel 16, 13). Aquí simbolizaba el espíritu de Dios, espíritu de Sabiduría que era infundido al ungido mediante este acto.
Y en cuanto a su uso como combustible para lámparas también son numerosas las citas que se pueden encontrar. Por ejemplo en Exodo 27, 20: “Y mandarás a los hijos de Israel que te traigan aceite puro de olivas machacadas, para el alumbrado”. También en Mateo 25, 1:13 vemos otra referencia en la parábola de las 10 vírgenes. Las vírgenes prudentes, las que entrarán al banquete cuando llegue el novio, son aquellas que supieron guardar el aceite para sus lámparas.
Se le identifica con la luz porque genera luz, porque es portador de luz. Toda una simbología que ha sido glosada por los padres de la Iglesia en numerosas ocasiones.
Por ejemplo San Bernardo lo comparaba con el nombre de Jesús cuando afirmaba en sus sermones: “así como el aceite es luz y comida, y también medicina; así el nombre de Jesús es luz para el entendimiento, alimento para el corazón y medicina para el alma”.
En conclusión
Por todo ello, los que nos dedicamos a cultivar este árbol tenemos que acercarnos a él con cariño y respeto. Qué mejor homenaje que nuestro esfuerzo por cuidarlo con esmero y extraer el aceite respetando su estado natural. Cuando decimos Aceite de Oliva Virgen Extra Ecologico, hacemos una descripción comercial. Pero lo que ha representado en todos los tiempos y todavía nos atrae, es mucho más grande y apasionante.
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Buenísimo. Una información excelente, digna de un producto superado por pocos. El mejor en su espeçie.