Frío y Aceite de Oliva Virgen Extra

¿El frío afecta al aceite de oliva virgen extra?

En este blog pretendemos divulgar el conocimiento de todo aquello que esté relacionado con nuestro producto estrella: el aceite de oliva virgen extra de producción ecológica. Hay un asunto que despierta bastante curiosidad. Se trata de la influencia que el frío, normal en estas fechas, tiene sobre la calidad del aceite.

Durante los meses de invierno es normal que tengamos el aceite almacenado en lugares que están expuestos a temperaturas muy bajas. El frío roza en ocasiones los cero grados, o incluso por debajo. En estas condiciones, cuando sacamos del almacén un envase transparente, se pueden apreciar como unos grumos que flotan en él. También se depositan en el fondo y tienen un aspecto blanquecino parecido a la cera.

Efectos sobre la calidad

La primera reacción no puede ser buena porque el aspecto es realmente desagradable. Nos lleva a pensar que el aceite se ha deteriorado y tenemos que tirarlo. Pero no. No hay nada de qué preocuparse. Lo que ha sucedido es totalmente natural. Las moléculas de aceite se han solidificado debido a las bajas temperaturas. Es lo mismo que le ocurre al agua, que al llegar a cero grados se convierte en hielo. Una vez que el aceite se encuentra en un ambiente de temperatura normal, como puede ser el del interior de nuestras viviendas, va adquiriendo poco a poco su aspecto original sin que la calidad se haya alterado lo más mínimo.

Este proceso puede resultar lento ya que el punto de solidificación de las moléculas de aceite no es homogéneo como le ocurre a las moléculas del agua. Depende de los diferentes ácidos grasos que constituyen los triglicéridos pues estos  tienen puntos de congelación diferentes según los casos. Nuestro aceite, el del Olivar del Lentisquillo, procede de la variedad Picual que tiene un alto contenido en ácido oleico. Su punto de congelación se sitúa en unos 5,5o C.

Si nos puede la impaciencia hay un truco casero que puede funcionar. Sólo tenemos que sumergir el recipiente que contiene el aceite en agua templada durante algunos minutos. Cuidado, agua templada no quiere decir caliente, y veremos cómo enseguida recupera su aspecto natural. Aunque lo mejor, y lo que nosotros recomendamos, es no preocuparse por ello y dejarlo que se recupere sólo, poco a poco.