Oleocantal – Qué es y sus beneficios
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10 marzo, 2018La inminente salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) puede convertirse en un gran problema para los productores de aceite de oliva.
El presupuesto europeo antes del Brexit
Ya nos hemos acostumbrado a recibir las ayudas comunitarias cada año puntualmente. Hasta el extremo de que estos ingresos están plenamente integrados en las cuentas de explotación de las empresas agrarias. Forman parte del ingreso anual que recibe la explotación y sin ellos, muchas empresas no podrían continuar.
La Unión Europea dedica aproximadamente el 40% de su presupuesto a las ayudas al sector agrícola. Dicho presupuesto para el período 2014 a 2020 ascendía para la Agricultura, el Desarrollo Rural, la Pesca y el Medio Ambiente a 420.000 millones de euros. Los presupuestos de la UE van de siete en siete años. Este ciclo ya está llegando al final y la gran preocupación es el agujero que se va a crear en las cuentas comunitarias tras la salida del Reino Unido. El Brexit va a suponer una reducción en los ingresos comunitarios de entre 10.000 y 12.000 millones de euros anuales.
Con esta perspectiva, la comisión europea ya está trabajando en nuevos escenarios para tapar ese boquete que se va a abrir en sus cuentas. Y, claro, no hace falta ser un lince para ver lo que nos puede pasar. Nosotros somos uno de los grandes beneficiarios de los programas de ayudas comunitarias. Si no hay dinero para tanta ayuda, ¿habrá que reducir su importe? O, si no, ¿alguien tendrá que aportar más a la caja común de lo que venía aportando hasta ahora?
La importancia de las ayudas para el sector oleícola
El impacto económico que estas ayudas suponen para las explotaciones agrarias es mayor del que sería conveniente que fuera. Concretamente en el sector del olivar son muchas las explotaciones que dependen de estas ayudas para garantizar su viabilidad. Como ya sabemos, las dependencias no son buenas y esta es una dependencia muy alta. Es así porque muchas de las explotaciones son fincas pequeñas con métodos de cultivo tradicionales. Además, en muchas ocasiones, con dificultades orográficas importantes que limitan mucho las posibilidades de modernización.
Como consecuencia de todos esto, si no se perciben estas ayudas, aproximadamente un 50% de los olivares españoles no serían viables o serían explotaciones muy marginales. Ello podría llevar al abandono de muchas de estas explotaciones y, por lo tanto, a un reajuste importante del mercado del aceite de oliva como consecuencia del descenso de la producción.
Algunos datos
Veamos algunos datos. La cantidad de subvención que recibe una explotación olivarera depende de muchos factores. Con una producción media por hectárea de 2.500 kg en secano, por ejemplo y con unos rendimientos medios alrededor del 22 ó 23 % la ayuda que puede recibir un agricultor que tenga derechos a su nombre podría situarse entre los 50 o 60 céntimos de euro por kilo de aceituna entregada. Eso puede llegar a suponer hasta un 50% del ingreso total en algunos casos. No es difícil entender que sin esa inyección o ayuda anual, muchas de ellas no serían viables.
Para la mayoría, no se trata de una ayuda para sobrellevar más holgadamente los gastos de la explotación. Se trata de la diferencia entre ser económicamente viable o no.
Tendrá que haber otras alternativas para que esta reducción de los ingresos de la Unión Europea no se convierta en otro coste añadido para la agricultura. De no ser así las consecuencias en el mercado del aceite de oliva virgen extra, por ejemplo, pueden ser catastróficas. Más información sobre la Política Agraria Común de la UE