Cosecha en el Olivar del Lentisquillo

Como cada año por estas fechas, acabamos de completar la cosecha de la aceituna del Olivar del Lentisquillo. Es el momento de la verdad, la culminación de los esfuerzos de todo un año que se traduce en la entrega del fruto en la almazara. A continuación te contamos cómo se desarrolla la cosecha en el Olivar del Lentisquillo.

Los preparativos

La cuadrilla, las máquinas, los enseres, los portes, el molino, etc., todo debe estar preparado a tiempo y coordinado. Buscamos la mayor eficacia. La aceituna cargada de aceite, debe sufrir el menor deterioro posible desde que se desprende del árbol hasta que el aceite está envasado para el consumo. El mejor aceite del mundo es el que está dentro de una aceituna sana que todavía está en el árbol. Nuestro reto cosiste en extraerlo sin alterar sus propiedades, con el mayor cuidado, respetando su estado natural en todo momento. Todo importa. La plantación y el cultivo también, por supuesto. Pero ahora estamos en la recolección. Al molino sólo llevamos aceitunas sanas tomadas directamente del árbol. Su manipulación es esmerada de forma que eviten daños al fruto. El transporte a la almazara y la entrada en el proceso de molturación, inmediatos.

Una vez dentro del molino, debidamente limpio y preparado para el proceso, todo transcurre sin interrupciones. Hacemos hincapié en la ausencia de almacenamiento y, por supuesto, el control de la temperatura. De esa manera obtenemos un aceite de calidad superior, virgen extra, como dice nuestra etiqueta. La misión que tenemos como productores, por lo tanto, es que nuestra intervención apenas se note y que el producto que llevamos al mercado sea lo más parecido posible al que había en el interior de la aceituna justo antes del momento en que fue recolectada.

Resultados obtenidos

El año ha sido difícil. La sequía pertinaz que estamos padeciendo pone a prueba especialmente al cultivo de secano. Pero estos árboles están hechos de una pasta especial. A pesar de los calores del verano, prolongado hasta bien entrado el otoño, y la falta de la lluvia tan necesaria,  han llegado a la meta y han cumplido con nota. Las aceitunas algo deshidratadas pero muy sanas. Con un rendimiento más bien bajo en aceite debido, no sólo al hecho de que se trate de cosecha temprana, sino también al estrés hídrico más acusado en la última fase del desarrollo, pero sin desmerecer en calidad. Al contrario, unos valores excelentes. En acidez (0.16%), peróxidos (6,5) y así mismo los demás factores determinantes para conseguir la clasificación de Aceite de Oliva Virgen Extra. Muy meritorio especialmente en aceites de producción ecológica. Estamos realmente orgullosos de estos resultados.

En estos momentos estamos envasando. Como sabéis, nuestro aceite no se filtra, por lo que la decantación en tanques de acero inoxidable es muy importante. Pero ya falta poco y, pronto lo tendremos disponible para disfrutarlo como lo que es: un regalo de la naturaleza cargado de salud, aromas y sabores mediterráneos.